Te abrazaría aunque le hubieras asesinado el corazón, aunque le hubieras ahorcado de los pies y apuñalado una y otra vez. Te habría perdonado; aunque le hubieras sumido en el pozo más oscuro y profundo, aunque le hubieras envenenado de múltiples maneras, aunque le hubieses condenado al abismo más abismal, tremendo y peligroso.
Así es el AMOR, que perdona a pesar de todo, porque entiende, comprende quién en realidad eres y sabe que eres más, mucho más.
Así actúa el Amor, comprendiendo, disolviendo así y transformando los corazones, las personas, las circunstancias. Elevando la vibración para sentir la alegría y la plenitud al sentir esta expansión que ofrece el Perdón. Pues el Amor lo abarca todo.
¿Y qué más haría? Te miraría a los ojos sin juzgarte, te ofrecería quien es y cuanto tiene sin dudar, no dudaría de ti, te aceptaría completamente sin preguntarte previamente quién eres. Sin pedirte nada, pues todo lo tiene. Todo en él/ella es la Complitud y Plenitud que sólo se manifiesta en la Luz. Pues ella/él, es la Luz, ese todo que alberga el TODO: la Luz y la Oscuridad.
¿Qué harías tú si le tuvieras enfrente? ¿También le abrazarías? ¿Te quedarías quieto ante tanta Verdad? ¿Ante el Todo? ¿O te fundirías en él/ella? Te aceptaría, no dudes de ti, no te culpabilices, no huyas, ACEPTA. No castiga, no te castigues. Sólo disfruta de sentirte UNO con el Todo, pues tú eres el TODO, tú eres el AMOR.
El Amor eres tú, si lo aceptas.
Acepta el Amor, se el Amor, Se desde él, se tú.
El Amor se expresa de muchas maneras y algunas no te las esperas. Sí, el Amor es también la oscuridad que habita en ti y en el TODO. En TODO, pues forma parte de la Unidad. Ella, la Oscuridad, te muestra, te enseña, te ensalza, te hace más fuerte y vital. Aprende qué muestran sus ojos mirando tras ellos, en la profundidad y podrás contemplar la Verdad. La Verdad: Que sólo te quiere ayudar. Acéptala, a ella también, que también es él, el Amor.
¿Qué haría el Amor? TODO.
EL AMOR.
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