Cuando te escuchas a ti misma, te estás dando amor y atención. Te estás apapachando, abrazando, sosteniendo. AMANDO. Escúchate con más atención cada vez, con mayor profundidad; verás cómo creces en el valor que te das a ti misma, te haces más fuerte y te entregas a la Vida de forma distinta. Verás cómo te levantas diferente cada día y sonríes más.
¿Cuánto tiempo empleas en escucharte? ¿En amarte?
Aprende en la escuela que es tu vida. Son muchas las pruebas que te pones a ti misma para superarte cada vez y hacerte más fuerte. Para que te des cuenta de quién eres en verdad. De lo que aún necesitas aprender o reforzar.
Date la rosa o el ramo de rosas, regálatelo a ti misma. Regálate lo que tanto deseas. Cuídate como si fueras una princesa, mejor aún, una gran reina. Una reina actual, diferente, moderna, que es dueña de sí misma, que se empodera y se hace fuerte ante los embistes de la vida, las pruebas que tú misma elegiste para hacerte fuerte y aprender a recordar quién eres.
Transforma entonces tu realidad, eres dueña de tu vida, de tus pensamientos, de tus emociones, de tu energía, de tu cuerpo. Cuídate con esmero, como si fueras el universo entero, todo lo que hay en él, su belleza, su riqueza, sus misterios. El Todo eres tú también. Cuídate bien, esmérate, abre la flor que eres, pues tus pétalos se aprietan fuertemente porque tienen miedo de ser descubiertos, de ser ellas. Cada pétalo, es una parte de tu ser, una expresión o manifestación de quien eres. Todas las partes de tu ser son perfectas. Ocúpate de prestarlas la suficiente atención para que no se sientan olvidadas, enfadadas o humilladas. Ámate por entera. Te necesitas a ti, a nadie más para creer en ti. Conecta con tu esencia.
Flor de lis, esencia pura. Transmútate, enraízate y ábrete al mundo para Ser tu esencia.
Amor eres y Amor serás, perfecta eres ya.
Un abrazo profundo y luminoso desde las estrellas, desde el corazón de mi propia Luz, Arcángel Rafael y los hermanos de las estrellas. En unidad con este canal.
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