ADAPTARTE Y SOLTAR

Suelta tu necesidad de querer controlar, de querer controlarlo todo. Porque así te haces daño. No te mereces tanto dolor. No hay necesidad de perderte tanto, de padecer tanta ansiedad, de lastimarte cada vez que no te das lo que necesitas de verdad: amparo, comprensión, libertad. Date aquello que tanto te pide tu corazón: PAZ. Sé más compasivo contigo, más compasiva, querido hermano, hermana de la Luz.

 

No hay necesidad de sufrirlo todo tanto. Pregúntate por qué sientes esa necesidad de controlar todo tanto. Tanto, tanto, tanto. ¿Por qué te exprimes así? ¿Por qué te exiges tanto? Sí, ¡tanto! Así sólo te pierdes en tu tempestad, el timón está solitario, no hay nadie en el barco, porque te estás ahogando. 

 

Aprende a navegar, a utilizar tu barco, a mover el timón, a elegir desde tu Paz. La sabiduría y la ruta está en tu interior. ¿Qué vas a decidir?

 

Elige conocerte más, aprender de ti, pero sin castigarte. Sé indulgente y amable contigo, sólo te has perdido en medio de la tempestad. Queremos ayudarte, estamos contigo, aunque no nos puedas ver o escuchar, sólo párate un momento a sentirte, y así, paso a paso, cada vez un poco más. Nosotros estamos ahí, dentro de ti, y nos puedes escuchar cuando elijas sentir. Siente y nos sentirás, siéntete a ti y nos hallarás. Siempre estamos y somos en ti. Siempre.

 

No hay deriva si sabes elegir, si decides continuar desde esta otra perspectiva, desde la Paz.

 

Siempre llegarán nuevas olas, tempestades, nuevos soles saldrán a iluminarte para que puedas sentir su calidez. Confía y adáptate. Sé flexible contigo y con la vida. Al fluir natural, no te resistas.

 

Ámate.

 

Contigo,

 

Tus guías.

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